Examen


Universidad Autónoma Metropolitana
Iztapalapa
Comunicación Social

Becerra Rojas Francisco Javier
Mendez Navarro Eva María
Olvera López María de Lourdes

Examen

  1. ¿Cuáles escuelas y estudios de comunicación promueven la re-imaginación del sentido y el pensamiento critico en nuestras sociedades?

R: Las escuelas que ponen más atención a la re-imaginación del sentido y pensamiento crítico en la sociedad fueron las latinoamericanas. Las escuelas europeas, las teorías de la comunicación son vistas desde el marxismo, ponen énfasis en que la comunicación está en manos del poder, y esto hace que  la sociedad este determinado por lo político, económico y el poder.
El estudio de los mensajes, de los medios para trasmitirlos, de las formas de almacenamiento, la posibilidad de crear y usar en forma racional nuevos medios, indispensables para el funcionamiento de las sociedades altamente tecnificadas, planteó la necesidad de crear una teoría unificadora de la comunicación. En sus teorías se establecían perfectamente delimitados, tres niveles en los que operaba la comunicación: a) Un nivel meramente físico del proceso, dado por el sistema telefónico que los interconecta. Tiene como eje central la Universidad de Chicago y comenzó a desarrollarse a principios del siglo XX. Los nombres asociados a esta escuela en sus inicios fueron Charles Cooley, John Dewey y Herbet Mead; y son los primeros en plantear el estudio de la comunicación desde una metodología científica concreta como es el método sociológico. Con ellos, la comunicación deja de ser vista como una mera esquematización procesual, “emisor - canal - receptor”, para comenzar a ser visto al interior de un fenómeno cultural más amplio; entonces conceptos que marcarían la historia de la comunicación durante el siglo XX como la opinión, la comunicación masiva, las funciones del lenguaje y la propaganda.
Una articulación de diversas teorías filosófico-epistemológico, psicológico-sociales aplicadas a la educación, al área semiológico-lingüística, de la ciencia de la critica y la práctica, que se integran y reinterpretan en algún proyecto concreto de acción de tecnología educativa como forma de conocimiento e intervención.
Como la mediación tecnológico-educativa nos remite a los nuevos modos de percepción y lenguaje, nuevas narrativas, escrituras y sensibilidades que configuran las subjetividades.
Por ello la cultura tecnológica a desarrollar es la capacidad socio-educativa de enseñar a captar y aprovechar las oportunidades de transformación a través del diseño, que como proceso y producto, es a la tecnología, lo que las teorías, son para las ciencias.
Consecuencia de ello, se sostiene que los medios tecnológicos son objetos culturales, con lenguajes específicos o sistemas de símbolos propios y equipos artefactuales que los portan dentro de un sistema más amplio, que hoy está representada por una cultura mediatizada global hegemónica. (Canclini, 1997)
2.- ¿En qué consiste el mapa de mediaciones propuesto por Barbero  para    el estudio de la comunicación?

R: Barbero plantea un texto titulado: “Para entre-ver medios y mediaciones”[1]. En uno de sus apartados hace un llamado en este sentido: “Estamos necesitando pensar el lugar estratégico que está pasando a ocupar la comunicación en la configuración de los nuevos modelos de sociedad, y su paradójica vinculación tanto el relanzamiento de la modernización (vía satélites, informática, video procesadores) como a la desconcertada y tanteante experiencia de la tardomodernidad”.

“La centralidad indudable que hoy ocupan los medios resulta desproporcionada y paradójica en países con necesidades básicas insatisfechas en el orden de la educación o la salud como los nuestros, y en los que el crecimiento de la desigualdad atomiza nuestras sociedades deteriorando los dispositivos de comunicación, esto es cohesión política y cultural”.

“Desgastadas las representaciones simbólicas, no logramos hacernos una imagen del país que queremos, y por ende, la política no logra fijar el rumbo de los cambios en marcha”.

De ahí que nuestras gentes puedan con cierta facilidad asimilar las imágenes de la modernización y no pocos de los cambios tecnológicos pero sólo muy lenta y dolorosamente pueden recomponer sus sistemas de valores, de normas éticas y virtudes cívicas. Todo lo cual nos está exigiendo continuar el esfuerzo por desentrañar la cada día más compleja trama de mediaciones que articula la relación comunicación/cultura/política”.

En un mapa que sirva para indagar la dominación, la producción y el trabajo pero desde el otro lado: el de las brechas, el consumo y el placer. Para el reconocimiento de la situación desde las mediaciones y los sujetos, para cambiar el lugar desde el que se formulan las preguntas, para asumir los márgenes no como tema sino como enzima.

Con estas ideas Barbero traza una red compleja conceptual que permite comprender la posibilidad de plantear estudios e investigaciones que trasciendan el abordaje de los medios y los efectos, pensados éstos desde la comunicación de masas, para adentrarse en el carácter estratégico de la comunicación y en las construcciones culturales y políticas que se derivan de ello. En esta perspectiva toma relevancia el sentido de lo humano, el encuentro entre personas y la producción de comunicación para la comprensión y la posibilidad de vivir juntos en dignidad.

Este enfoque no desvirtúa, sin embargo, ni menoscaba, el papel de los medios y las tecnologías. Lo que se pretende enfocar es el balance y real valoración de su papel al lado del desarrollo de las estrategias humanas de comunicación en los colectivos sociales, “Pues el medio no se limita a vehicular o traducir la representaciones existentes, ni puede tampoco sustituirlas, sino que ha entrado a constituir una escena fundamental de la vida pública. Y lo hace reintroduciendo en el ámbito de la racionalidad formal las mediaciones de la sensibilidad que el racionalismo del “contrato social” creyó poder (hegelianamente) superar. Si la televisión le exige a la política negociar las firmas de su mediación es porque, como ningún otro, ese medio le da acceso al eje de la mirada desde el que la política no sólo puede penetrar el espacio doméstico sino reintroducir en su discurso la corporeidad, la gestualidad, esto es la materialidad significante de que está hecha la interacción social cotidiana”.

Al trazar el esquema que llama un “Nuevo Mapa de las Mediaciones”, Barbero fija su idea en la comprensión de las nuevas complejidades en las relaciones constitutivas entre comunicación, cultura y política.

“El esquema se mueve sobre dos ejes: el diacrónico o histórico de larga duración [entre matrices culturales (MC) y Formatos Industriales (FI)], y el sincrónico: Entre Lógicas de Producción (LP) y Competencias de Recepción o consumo (CR). A su vez, las relaciones entre MC y CR están mediadas por distintos regímenes de institucionalidad, mientras las relaciones entre MC y CR están mediadas por diversas formas de socialidad. Entre las LP y los FI median las tecnicidades, y entre los FI y las CR median las ritualidades”.

Para el autor la relación entre las Matrices culturales y los Formatos Industriales lleva a estudiar “la historia de los cambios en la articulación entre movimientos sociales y discursos públicos, y de éstos con las modalidades de producción de lo público que agencian las formas hegemónicas de comunicación colectiva”.
Explica cómo esa historia o ese estudio de la historia va en la perspectiva de los llamados estudios culturales y retoma las ideas de R. Williams para recordar que este tipo de enfoque implica hoy un lugar de complejos entramados de residuos e innovaciones, de anacronías y modernidades, de asimetrías comunicativas que llevan, de parte de los productores a “sofisticadas estrategias de anticipación” y de parte de los espectadores a la “activación de nuevas y viejas competencias de lectura”.

Cuando hace referencia a la doble relación de las Matrices Culturales con las Competencias de Recepción y las Lógicas de Producción explica que esta es mediada por los movimientos de socialidad y los cambios de institucionalidad.
Para Barbero “La socialidad se genera en la trama de las relaciones cotidianas que tejen los hombres al juntarse, que es a la vez lugar de anclaje de la praxis comunicativa, y resultado de los modos y sus colectivos de comunicación, esto es de interpretación/constitución de los actores sociales, y de sus relaciones (hegemonía/contra hegemonía) con el poder”.

En cuanto al funcionamiento de las Lógicas de Producción dice Barbero que su comprensión moviliza una triple indagación: sobre la estructura empresarial (en sus dimensiones económicas, ideologías profesionales y rutinas productivas) sobre su competencia comunicativa (capacidad de interpretar/construir públicos, audiencias, consumidores) y muy especialmente sobre su competitividad tecnológica: usos de tecnicidad por los que pasa su capacidad de innovar. En este sentido el autor hace claridad al decir que: “Confundir la comunicación con las técnicas, los medios, resulta tan deformador como pensar que ellos son exteriores y accesorios”, además Barbero enfatiza en la trascendencia actual y las condiciones del funcionamiento de dichas lógicas de producción al afirmar que: “La mediación estratégicas de la tecnicidad se plantea actualmente en un nuevo escenario: el de la globalización, y su convertirse en conector universal en lo global (Milton Santos). Ello no sólo en el espacio de las redes informáticas sino en la conexión de los medios –televisión, teléfono- con el computador replanteando aceleradamente la relación de los discursos públicos y los relatos (géneros) mediáticos con los formatos industriales y los textos virtuales. Las preguntas abiertas por la tecnicidad apuntan entonces al nuevo estatuto social de la técnica, al replanteamiento del sentido del discurso y la praxis política, al nuevo estatuto de la cultura, y a los avatares de la estética”.

Barbero explica en su esquema cómo la mediación de las ritualidades permite el nexo simbólico que sostiene toda comunicación; a sus anclajes en la memoria, sus ritmos y formas, sus escenarios de interacción repetición. En su relación con los Formatos Industriales (discursos, géneros, programas, parrillas, palimpsestos) las ritualidades constituyen gramáticas de la acción (del mirar, del escuchar, del leer) que regulan la interacción entre los espacios y tiempos de la vida cotidiana y los espacios y tiempos que conforman los medios. Lo que implica, de parte de los medios, una cierta capacidad de poner reglas a los juegos entre significación y situación”.

3 ¿Cuál es el planteamiento de Orozco para estudiar la televidencia? Propongan un estudio.

R: La obra, Orozco identifica tres momentos determinantes en el proceso de recepción televisiva que permiten y posibilitan estos procesos:
1) La construcción de los significados por parte de la institución televisiva: el análisis de las condiciones socio-históricas de la televisora y las directrices político-económicas que ésta asume como institución cultural en determinado periodo histórico.
2) La proposición de significados dentro de determinado producto cultural: Esto significa entender y estudiar la forma en cómo determinado contenido “invita a los receptores a verlo de acuerdo al significado preferente con el que fue encodificado”.
3) La interacción entre los receptores y los significados propuestos por la televisión. Aquí se pretende hacer evidente “la negociación” mediante la cual se aceptan o rechazan los mensajes televisivos.
En conclusión el autor nos plantea una pedagogía crítica de la telespectacion y, también una nueva forma de entender la capacidad de televidenciar y construir el cimiento de una educación para la vida.

Respecto a proponer un estudio; podría ser más interesante continuar con este proceso, ya que los televidentes son agentes activos que anteponen a los mensajes una serie de mediaciones, mismas que les permiten producir y re significar sus contenidos es decir que si la audiencia televisiva cambia el contenido de lo que recibe el televidentes



4.- ¿Cuál es el papel de las industrias culturales en los procesos de integración? den ejemplos.

R: Que producen lazo social.  Los ejemplos son: Un partido de la selección Mexicana aunque no todos somos aficionados al futbol, lo importante es que esta jugando México contra otro país y como mexicanos los apoyamos.
El movimiento del 1968 desde ese tiempo hasta ahora se han realizado marchas  donde los estudiantes se unen para recordar lo que sucedió en ese año donde perdieron la vida muchos estudiantes.
El 10 de Mayo en México  se festejan a las madres.


5. ¿Den ejemplos de como las narrativas del miedo y la incertidumbre legitiman la estigmatización social?
R: Un ejemplo es Ciudad Juárez donde se han dado varios feminicidios, el miedo a cierto estado ha estigmatizado a Ciudad Juárez  como un lugar peligroso  para las mujeres quienes no quieren perder la vida de forma trágica.
Los estados del norte que son conocidos como lugares de peligro por el narcotráfico, que ahí gobierna y que ha transformado a estos estados.
En Tepito en el D.F es conocido como un lugar donde hay inseguridad.  Y al cual la gente no quiere asistir por el miedo al despojo y la violencia  por el que se ha caracterizado.



[1] Barbero, J. M. 2003 “De los medios a las mediaciones”. Bogotá. Convenio Andrés Bello. 

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